miércoles, 6 de junio de 2012

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El "caballito" de Ralph Lauren

Creo que hay cinco tipos de ropa en función de la visibilidad de la marca:
Grupo 1: la que no vemos nunca, porque es ropa de batalla que no tiene más intención que esa, y ni ganas de preocuparse por invertir en imagen (los uniformes de los colegios, por ejemplo),

Grupo 2: La que la tiene, relativamente visible, pero que no aporta mucho, ni sus creadores tienen intención de ello (caster, fórmula joven.. infinidad de ellas).

Grupo 3: La que no vemos nunca, pero la tiene, cuya intención es precisamente esa. Que no se vea. Suele tener la característica de ser cara, caer como un guante, engordar y adelgazar con nosotros y en raras ocasiones estropearse. A la larga, la más barata.

Grupo 4: La ropa de marca "temporal", como puede ser La Martina, Fumarel, Privata o Liberto en su día, etc. que de la noche a la mañana son lo último, y en un par de temporadas comienzan a heredar los hermanos pequeños, destinados a ir a contramano de la moda juvenil, la cual no acompañarán hasta cobrar sus primeras nóminas.

Y grupo 5: las prendas que llevan muchos años en el mercado, con una buena publicidad, con un público bastante amplio pero muy segmentado, y con unos precios altos, pero accesibles: Lacoste, Fred Perry, Ralph Lauren, etc. Marcas no especialmente elegantes, pero que cumplen su correcta función. Tienen su logo visible, de pequeño tamaño, y ubican a la persona dentro de un estilo determinado, que paga gustoso ropa de calidad media-alta, de colores discretos y que acepta abonar un plus por llevar un determinado "animal o cosa" bordado en su pecho.

Hasta que un día alguien rompe con el grupo 5, que tan bien ubicado estaba, y nos encontramos con unos logos que ocupan un tercio de la prenda. ¿Qué pasa aquí? ¿Qué se busca con esto? Porque, independientemente de los gustos, llevar un bordado de 30x15 cms. de un señor a caballo, elegante no es. Y discreto menos. Si esta línea la copian otras empresas, en un par de años, la gaviota de Hollister (para mí claramente en el grupo 4) pasará a ser un pterodáctilo...

¿Qué puede haber llevado a una marca como Ralph Lauren a hacer algo así? Es un modo muy rápido de pasar del grupo 5 al 4, y de ahí, si nadie lo remedia, al grupo 2.
Dentro de un par de años, cuando esta moda del "supersize" pase de largo, ¿tendremos la poca vergüenza de "colocarle" el polo a nuestro hermano pequeño? Los Caín y Abel de la moda.

En resumen, que siempre se ha dicho que la elegancia no está en una prenda, sino en las personas, y que la elegancia es discreción. A los hombres del montón, que no somos ni modelos, ni fashion victims, ni nos preocupa en exceso el mundo del diseño,  acudir a un evento y que nadie puede recordar cómo íbamos vestidos lo consideramos el súmmum de la elegancia.
Si nos atenemos a esas normas, el "caballito" actual queda muy lejos de esa elegancia, y seguro que hasta nuestros hermanos pequeños, en un par de años, pensarán lo mismo.

4 comentarios:

  1. je,je,je. Al final el caballito va a relinchar. ¡El caballo es muy malo! ya se sabe desde los 80....

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  2. Jajajajajajaj...muy bueno Carli...aunque he de reconocer, que además de andar a tientas por el Abercrombie&Fitch (copio y pego ;-) )de la 5ª, me traje un polo de caballo poco discreto..para una vez que mi marido está gustoso de comprarse algo había que aprovechar!jajajaja

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  3. Y el que has puesto, al menos es blanco sobre azul, que he visto unos en combinaciones extrañas de colores, como rosa y amarillo neón de lo más abominables. Ese caballo sí que daba miedo.

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  4. Carolina, no tenía ni iedea de que también empleaban el caballito en rosa y amarillo neón. ¡¡Al grupo 2 de cabeza!!

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