jueves, 26 de julio de 2012

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Donde dije digo, digo Kevin

Que los hábitos de la sociedad española han cambiado, y mucho, lo podemos comprobar en los nombres que tenían nuestros padres, en los nuestros propios y en los que tienen nuestros hijos. 
En su momento causaron sensación los nombres de reyes godos, pasamos por la lotería del santo del día, descansamos unas décadas en la cordura de los Tomás, Fernando, Susana, Cristina y demás, para encontrarnos ahora lanzados, cual Stuka en picado, a la exclusividad autonómica, sajona, e incluso vikinga de los Unai, Kenneth y Olaf.


Mi amiga Patricia me envió un enlace del INE muy interesante para aquellos que disfruten con las estadísticas de los nombres más comunes por provincias, años, etc. Muy recomendable para saber en qué arenas nos estamos moviendo en esto de la denominación de origen de nuestros hijos.
En ese enlace podemos comprobar que algo ha cambiado en la sociedad. Una cosa es que busquemos nombres menos comunes que Pepe, Paco, María o Carmen, y otra muy distinta es que un matrimonio de Cuenca, de padres y abuelos de esa misma ciudad, apellidados Fernández y López, llamen a su retoño Kenneth. Esta rebeldía tiene que obedecer a algo, y la mejor manera de analizarlo es viendo la evolución (o involución) de los nombres en España a lo largo de las décadas, en tan interesante listado.

Es verdad que las comparaciones son odiosas, pero si no lo hacemos este post no tiene sentido. Para no complicarnos, cogemos la primera provincia que viene en el listado (Álava), dos décadas (1970 y 2000) y los tres primeros nombres más comunes de varón y mujer en esas fechas:
Álava 1970:. Sergio, Jorge, Alberto Javier, Aitor, Óscar, Marta, Susana y Ainhoa.
Álava 2000: Eneko, Markel, Aitor Iker, Unai, Mikel, Uxue, Ane e Irati.
Como en todo, hay provincias en los que los nombres han cambiado más y hay otras que menos, pero ahí está el hecho.

Para no hacer el post más largo de lo necesario, pasaremos por alto los Kevin, Brais, Izán, Julissa o Aleixandria que cada día abundan más por las guarderías nacionales y por las entretenidas listas del INE.
Aquí ha pasado algo y, por lo menos yo, me lo he perdido. ¿A qué se debe esto? ¿Un vasco danzará mejor el aurresku por llamarse Eneko que por llamarse Sergio? 
¿Un recién nacido de Bujaraloz es más cosmopolita por llamarse Joel o Jan?
¿Habrá más ofertas de trabajo en Cáceres para los Kenneth que para los Fernandos o Rubenes? 
¿La andaluza Sharon García será mejor madre el día de mañana que la asturiana Inés Pérez?
¿Dónde está el límite? ¿Habremos llegado a él con Maverick Viñales, o todavía tenemos gasolina para unas cuantas vueltas más?

Y otra duda que se me pasa por la mente: ¿Esto será igual en otros países? Porque yo no me imagino a un americano de Oklahoma llamando a su hijo Paco Brian Carter o Juan Antonio Morrison. 
Si comparamos los créditos de una película de Gary Cooper y una de Tom Cruise, los nombres no han cambiado tanto. Había Roberts, Paules, Johns y demás ya entonces. Pero en las películas de Alfredo Landa o Sazatornil no había ni por asomo el volumen de Joeles, Braises, Aleixes o Izanes que se ve ahora.

En resumen, que viendo estadísticas como estas de vez en cuando, vemos que la sociedad española ha cambiado mucho en los últimos treinta años. Si hemos avanzado ya no está tan claro, pero de que hemos cambiado, a tenor de los nombres, no cabe duda.

7 comentarios:

  1. Jajajajaja...enseñaré este artículo si llega a existir mi pequeña Chloé y mi pequeño Brais....jajajajajj
    P.

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    1. Patri, un poco de piedad con tus hijos, que necesitarán toda una vida para justificar a sus padres!!

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  2. Buenísimo tu artículo de hoy. Qué gran verdad lo que dices en él. Quizás sea por el complejo que tenemos ir en la cola del mundo. Yo lo que digo es que teníamos que tener los nombres del Santo del día en el que nacemos, como la familia de mi madre que les llamaban por el Santo del calendario zaragozano. Como ejemplo, mi madre se llama Anatolia y mis tíos Rigoberto, Patrocinio, Micaela, Teodosía y Mario. Este último que es el más común le iban a poner Canuto pero mi bisabuela dijo que le iban a cantar "canuto cara de bruto" y por eso le pusieron Mario ¡Menos mal!

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    1. Muchas gracias!
      Eso del calendario zaragozano lo dices porque te llamas Ana. Si te hubiesen puesto el santo de tu cumpleaños, échale un vistazo, podrías haberte llamado Macaria o Concesa!

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  3. Gracias a los dioses mis sobrinos tienen nombres normales. Yo les sugerí varios de los Reyes Godos, para volver a ponerlos de moda, Wamba, Chindasvinto, Liuva, Recaredo... anda que no molan. O estilo el nombre de mis tíos, cuando se puso de moda lo de los Reyes Magos, nombre al que se sumaba el del santoral del día, el nombre de uno de los padres y un José o un María.

    (Por cierto he estado viendo esa lista de nombres por provincia y has puesto el 10, 11 y 12 de los de Álava. Arava, perdón, que no me lea nadie.) Me parto con los vascos. De Maritere, Maricarmen y Marpili a los nombres más raros (y vascos) jamás vistos. Oleadas de patriotismo.

    Una pena, he intentado buscar cuántos Kevin Costners hay y no consigo encontrarlo.

    Gran entrada, profesor. :)
    Saludillos de una persona con nombre largo y poco común, en estos días.

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    1. Carolina, tienes razón, había mirado los puestos 10, 11 y 12. Menos mal que los tres primeros no defraudan, si no, se me viene el post abajo ;)
      Muchas gracias por los comentarios y por la aclaración.
      Besos y hasta pronto.

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  4. Sigo hablando de nombres raros, las amigas de mi madre se llamaban Obdulia y Honoria que junto con el de Anatolia debía de ser un poema estar con ellas en la pista de baile!!! Te presento a mi amiga..........

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