jueves, 12 de julio de 2012

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Operador ADSL vs cliente: Fight!!

No conozco a nadie que, no estando en busca y captura, no haya recibido la inevitable llamada de los boinas verdes de la telefonía. Están entrenados para resistir cualquier ataque verbal mientras recitan impasibles el argumentario de venta que algún gurú del marketing les ha preparado, y al que espero algún día le toque la china y le despierten también a primera hora de la tarde de un sábado cualquiera para aplicarle su misma medicina.


Lo gracioso de todo esto es que los humildes usuarios nos hemos visto envueltos en unas técnicas de contraataque de lo más original. El que más y el que menos ha tenido que recurrir a los sistemas más extraños para librarse de estas agresiones, permaneciendo al lado del teléfono humeante, con una sonrisa en la cara, fiel reflejo de la victoria. Tendrían que fabricar trofeos para estas ocasiones: "vencedor del torneo de ADSL verano 2012" o "Medalla de oro por relevos ante operador de Ya.com"

He oído sistemas de contrataque de todo tipo, que, dada la intensidad de los mismos, a modo de arte marcial, podemos categorizar por cinturones:
Blanco/amarillo: no sólo oimos la voz de nuestro enemigo, sino que además la escuchamos. En un momento de debilidad incluso llegamos a plantearnos cambiar de compañía. Estamos a su merced. Hay que entrenar, queda mucho camino por recorrer.
Naranja/verde: aguantamos el chaparrón y aprovechamos las pausas de respiración de nuestro atacante para insistir en que no queremos nada. Suele acabar en cinturón blanco/amarillo.
Celeste: colgamos en cuanto oímos "¿es usted Don Fulano?" No requiere de grandes habilidades, porque, no nos engañemos, ¿quién nos llama hoy día de usted, y encima con el título de bachiller por delante? Nadie. Desde la segunda palabra sabemos que estamos sobre el tatami.
Violeta: en cuanto oímos la voz del enemigo soltamos el teléfono como si tuviese la peste, y lo dejamos encima de la mesa, confiando en que ya se callará y colgará. Más estilo Gandhi que japonés, pero funciona.
Azul: la táctica infantil. Con treinta y muchos años ya cumplidos, ponemos voz de niño y decimos que nuestro papá está de viaje y que llamen por la mañana (que es cuando estamos fuera de casa). No es un gran recurso, ya se lo saben.
Marrón: parecido al celeste pero, por la razón que sea, suele funcionar. Es el sistema contrario al anterior: ponemos voz temblorosa, de persona muy mayor, mientras susurramos algo como "mire, hijo, si es que yo soy muy mayor y de estas cosas no entiendo..."
Negro: Aquí entra cualquier llave, truco o golpe  que todavía pueda funcionar con seguridad y donde, de verdad, hemos quedado por encima. Para saber de qué estamos hablando recomiendo escuchar esta llamada de teléfono. Merece la pena oir a un  cinturón negro 8º dan.

En resumen, que las compañías de telecomunicaciones nos han obligado a estar entrenados y, hoy día, que todos tenemos teléfono móvil, una llamada al teléfono fijo a las cuatro de la tarde de un sábado activa nuestros mecanismos de defensa, pues sólo pueden ser ellos. Vienen hacia nosotros. A por el kimono.

4 comentarios:

  1. Hoy sin ir más lejos me han llamado de Jazztel. Ha empezado a llamarme por mi nombre y a tutearme (mal vamos), le he dejado largar intentando meter baza de vez en cuando, el tío con la radio puesta.
    Me ha pedido el nº de móvil, le he dicho que el único que tengo es del curro y paso de darlo al primero que llame. Me ha dicho que no era para cambiar de compañia el móvil, nos ha jodido. Al final victoria, cinturon? pues no sé, cuadros vichy rojos? Le he dicho que tenía permanencia hasta Octubre, volverán a la carga, no me cabe duda.
    No lo he dicho, pero era de algún país del altiplano y se le entendía de p.p. (puta pena). Entre que no vocalizan y el ruido de sus compañeros estabulados alrededor, imposible.
    Muy bueno Carlos.
    rugonto ;)

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  2. Rubén, en octubre volverán a por ti, así que haz un cursillo acelerado de artes marciales a lo kill bill. Jazztel tiene fama de ser de las compañías más complicadas de quitarte de encima como caigas en sus garras.
    Un abrazo y hasta pronto.

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  3. Funciona muy bien, lo siguiente: Perdón soy la asistenta y los señores nunca están en casa, así que no les va a poder llamar a ninguna hora y yo no sé nada de nada.

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    1. jajaja, muy bueno lo de la asistenta, Anuska. Me lo apunto, que ese no me lo sabía!
      Besos.

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