jueves, 2 de agosto de 2012

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A las ricas Letizias de Ribadesella

Roscón de Reyes en enero, bombones para San Valentín, torrijas en Semana Santa...
Pocos gremios se manejan como los pasteleros en el terreno del marketing, creando dulces y suculentas necesidades día tras día, con el fin de aliviarnos del molesto peso de los euros en el bolsillo. No hay mes que no tenga fecha señalada. Y si no la tiene... la inventamos.



Echemos un vistazo rápido a Google y busquemos "dulces típicos España". Aquellos que tengan anemia, poco peso o necesiten algo que les endulce la vida, en un momento tendrán cubierto el calendario para todo el año.
Si comenzamos nuestra dulceterapia con el Roscón y seguimos las sugerencias pasteleras por fecha y provincia, más vale que nuestro organismo vaya cargado de insulina, porque dudo de que lleguemos a Las Fallas sin problemas de diabetes.


Se pueden hacer múltiples divisiones y subdivisiones, pero dejémoslo en tres:
1. Dulces obligados. 2. Dulces por santoral y/o región. 3. Dulces a largo plazo.

1. Dulces obligados: Son esos que si no los comemos parece que estamos enfrentados con el mundo o que la gente piensa que estamos mal de salud. Ningún endocrino nos recriminará por saltarnos la dieta si la causa es (en la fecha correcta) el turrón, roscón de Reyes, torrijas, huesos de santo o buñuelos.
Aquí entran también los bombones que nos ofrece algún conocido en el hospital y que se comen bien sea para hacer más llevadero el trago de la visita, o bien bajo la justificación de las circunstancias recurriendo al "para cuatro días que vivimos, no me voy a privar de esto".

2. Dulces por santoral y/o región: Aquí la cosa empieza a complicarse, pero todos sabemos de qué hablamos: rosquillas tontas y listas en Madrid, mona de Pascua en Cataluña, horchata y fartons en Levante, Xuxo en Gerona, Fardelejos en La Rioja, Ensaimada mallorquina, Polvorones de La Estepa, Casadielles asturianas, Tarta de Santiago, Sobaos pasiegos, Filloas gallegas,  etc. etc. La lista es proporcional al nivel de glucosa y al volumen perimetral que deseemos adquirir.

3. Dulces a largo plazo : La gente no se puede ir sin su ración de azúcar y harina, así que hay que pensar en algo. Aquí es donde la mantequilla y el chocolate se nos empiezan a ir de las manos. Entra en juego el marketing (¿innato?) de los reposteros. Momentos estelares donde se forjan nombres que prometen un gran futuro y que el tiempo será el que diga si fueron acertados o no. Un ejemplo de éxito son los Nicanores de Boñar.

Visto que los Nicanores han resistido muy bien el paso de las décadas... ¿qué pasará con otras zonas que se han apuntado al carro de los bautismos reposteros? Un modelo a estudiar es el de Ribadesella, donde han echado el resto en esto de la innovación pastelera. ¿Podremos marcharnos de esa bella población sin llevarnos una cajita de "Letizias", o al echar la vista atrás en la despedida nos convertiremos en estatua de sal? ¿Y los nutritivos, sabrosos y recién salidos del horno "Mingolates"? ¿Quién puede marchar sin haber probado semejante manjar?
Personalmente, sólo conozco estas dos novedades pero seguro que existen más, allá donde vayamos. Y lo que está por venir. ¿Qué nos espera? ¿Arbolitos de Guernika? ¿Pujolinas del Estatut? ¿Pantanitos de Extremadura? ¿Corruptines de Valencia? La lista puede ser interminable.

En resumen, que a la hora de definir el marketing siempre ha existido la eterna duda entre si este crea las necesidades o las satisface. Olvidemos a Franklin, Zuckerberg o Steve Jobs. Nadie mejor que un repostero para responder a esta pregunta. 

6 comentarios:

  1. No te olvides del mazapán de Toledo y si es de Santo Tomé mejor que mejor.

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  2. Anónimo2/8/12 17:20

    Eso Carlos y los Bombones de Higo Extremeños, más concretamente de Alcollarín, se están exportando a medio mundo: http://www.bombondehigo.com/es/empresa.html

    Los MIguelitos de la Roda: http://www.directoalpaladar.com/cultura-gastronomica/miguelitos-de-la-roda

    Los hojadritos de Astorga: http://www.mercadocalabajio.com/2008/11/hojaldres-de-astorga-mielitos.html y un sinfín de "pasteleo" que hay en cada zona. Podriamos hacer un programa consistente en poner de mala leche a los diabéticos jajaja.

    Muy bueno es post. Un abrazo Carlos.

    Rubén - Rugonto

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    1. Rubén, no sé cómo he olvidado los Miguelitos!! Y por qué casi todos van en diminutivo? Con lo señorial que suenan los Nicanores...
      Un abrazo y recuerdos a Sonia.

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  3. Menos mal que cambio el dulce por el jamón de bellota, porque con tanta variedad, no sabría elegir. Conozco otros dos dulces que creo no se han nombrado, el Alajú de Cuenca y las Yemas de Santa Teresa, de Avila. Al colesterol también les va de "muerte". Felicidades por tu nuevo post.

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    1. Cristina, tomo nota de tus dulces pero me quedo también con ese jamón.
      Gracias y besos.

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