jueves, 27 de diciembre de 2012

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Aprenda alemán en siete días

Por segunda vez en lo que va de año ha comenzado de nuevo el bombardeo de los fascículos. Como cada final de agosto y final de diciembre tenemos los coleccionables habituales, pero este año se nota un cambio en el estudio de idiomas. El alemán desbanca al inglés.

Y es que las cosas han cambiado mucho en los últimos años. Podemos emplear eso de "mi hijo está becado en Rotterdam", "le ha salido una oferta en Dubai" y demás soluciones lingüísticas, pero en el fondo todo son eufemismos para evitar esa palabra de la que todos los nacidos a partir de los 70 sólo conocíamos por las películas de Alfredo Landa: emigración.

Durante varias décadas en España siempre se ha tenido el idioma inglés como la lengua a aprender, la llave que nos abriría todas las puertas laborales. Y eso era, en gran medida, gracias a que vivíamos días de alegría y prosperidad, donde empresas multinacionales abrían filiales en nuestro país y nuestro aperturismo a Europa requería de un cierto conocimiento del idioma de la pérfida Albión para manejarnos con directivos, y mantener conversaciones telefónicas con los supuestos cerebros que se encontraban en Michigan, Londres o Estocolmo, por ejemplo.

Pero lo que fueron días de vino, rosas e inglés para vender más y mejor, se esfumaron y ahora es a nosotros a quien tambien nos toca darnos a la fuga. El destino urgente y donde atan los perros no con longaniza sino con salchichas bratwurst parece ser Alemania. Por lo tanto,  de Chamartín a la Berlín Hauptbahnhof tiraremos de aquel inglés que tanto bien nos hizo en los años de bonanza, pero siendo conscientes de llevar en el equipaje nuestro coleccionable de "Aprenda alemán en siete días".

El gráfico se nos ha venido abajo, con lo bien que íbamos. En unas décadas hemos pasado de mal escribir el castellano en los años cincuenta a dominarlo en los sesenta. De saber inglés para destacar en los setenta a que ese idioma fuese requisito imprescindible desde mediados los ochenta. Todo ello para acabar ahora relegando a un segundo plano nuestros años de "My taylor is rich and my mother is in the kitchen" ante la necesidad inmediata de hacernos entender por nuestro nuevos patrones Hans, Otto y Ullrich.

En resumen, que no deja de causar cierta tristeza eso de que en los anuncios de fascículos ya no aparezcan las poderosas barras y estrellas o la eterna cabina roja de cuadros. En su lugar nos muestran la Selva Negra y la puerta de Brandemburgo. Toca cambiar de rumbo y ahora nuestro futuro se pinta en negro, rojo y amarillo.  Viel Glük!

8 comentarios:

  1. Qué miedito! no me gustan las salchichas... además yo todavía soy una de esas personas que van a clases de inglés... veo negro mi futuro como un tercio de la bandera germana, al menos me combina con todo.

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    1. Se repite el ciclo, E.E. Nos toca coger las gallinas y la boina y tirar para Europa, que empieza en los pirineos.

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  2. Sí, a mí me ha llamado mucho la atención. Vamos a asistir al estreno de "Vente a Alemania, Pepe 2".

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    1. Efectivamente, Sr. Neri. El problema es que esta vez, lejos de ser una comedia, el guión apunta a una película de terror. Y de las buenas.

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  3. Si hubiésemos estudiado alemán en vez de inglés... Nuestros padres aprendieron francés en el colegio y triunfó el inglés; nosotros aprendimos inglés y resulta que nos habría ido mejor con el alemán. ¿Qué debo enseñar a mis hijos? ¿Chino, para que al final la próxima potencia sea Brasil y tengan que estudiar portugués? Lo mejor es quedarse cruzado de brazos y esperar tranquilamente a que le llegue el turno al español.

    Un abrazo.

    Llorente

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    1. Llorente, ojalá me equivoque, pero viendo el ritmo que lleva España y sus bajadas de pantalones constantes, al paso que vamos hasta el gallego sea más útil que el español dentro de unas décadas.

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  4. Absolutamente de acuerdo con Llorente... Pero se nos pasará el arroz, ya verás. A este paso le adelantará el català. Recojo con deportividad la velada crítica sobre la extensión de mi comentario anterior así que esta vez solo te felicitaré por la foto de la Merkel que ilustra la entrada de ssta semana. Magnífica elección ;-)

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    1. Sr. R.P. sus comentarios siempre son bienvenidos independientemente de la extensión de los mismos. Respecto a la foto, por una vez merecía la pena sacrificar el sobrio blanco y negro.

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