miércoles, 5 de diciembre de 2012

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De El Caserío...me fío.

El frotar se va a acabar, el algodón no engaña, hoy comemos con Isabel, claro Calvo, alucina vecina, si no hay Casera nos vamos... ¿dónde quedaron aquellos simples pareados y esos textos que parecía que los podía hacer cualquiera y que tanto han aportado a nuestro consumo a lo largo de las decádas?

Las técnicas publicitarias cada vez son más sofisticadas. Convivimos con términos como share, prime time, spot de veinte segundos, calidad percibida, valor añadido, etc. pero se da la paradoja de que cuanto más se avanza en técnicas publicitarias, antes olvidamos las marcas y menor presencia tienen en nuestras vidas. Y, por supuesto, menos aún las recordaremos dentro de tres décadas.

Hace veinticinco años sólo había dos canales de TV, muchas menos horas de programación y los que eramos niños entoces ni por asomo veíamos tantas horas de dibujos o series como ahora y, por lo tanto, anuncios. ¿Cómo es posible que seamos capaces de recordar la publicidad de aquella época? Máxime cuando frases como "¿Es nuevo? No, lavado con Perlán", tenían para un niño el mismo interés que los mosaicos hispanos en el alto imperio romano.


Algo se nos escapa en la publicidad. Está claro que lo simple tiene más tirón. Los extraños y complejos juegos de palabras de algunos creativos publicitarios no funcionan. Y para muestra relativamente reciente de lo simple cabe recordar el anuncio de BMW "¿Te gusta conducir?".  Una mano por fuera de la ventanilla del coche, jugando con la resistencia al viento. Ejemplo de anuncio sencillo y de gran recuerdo en la audiencia televisiva.

Sidra El Gaitero, famosa en el mundo entero; busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo; el algodón no engaña; tú el Pronto y yo el paño, un poco de pasta basta (Gior), Scotch brite...yo no puedo estar sin él o ¡Ahí va, los donuts! han pasado a la historia de la publicidad española. Puede que no ganasen los Leones de Cannes ni los Soles del Festival Iberoamericano, pero se llevaron la sonrisa, el recuerdo y la nostalgia de sus consumidores. Todo un éxito sentimental que se sumaba  al material y razón principal de la publicidad: las ventas. En los años setenta, seguramente, muchas operaciones entre los comerciales de Donuts y los panaderos se cerraron gracias a lo emitido en VHF a través de las viejas Vanguard.
Hoy día es muy difícil recordar anuncios actuales pasados unos meses. Confiemos en que Yo no soy tonto, de Media Markt, A qué huelen las nubes, de Evax, o ¡Kalise para todos! sean el pistoletazo de salida para una nueva hornada de anuncios televisivos que generaciones venideras recuerden con nostalgia. Y que vengan muchos más.

En resumen, que entre tanto estudio sociológico, tendencias de comportamiento y hábitos de consumo, se va escapando el interés de los espectadores privándonos de frases míticas que han sobrevivido, de momento, una generación. ¿Cualquier anuncio pasado fue mejor?

12 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo y yo creo, visto lo visto, que cualquier anuncio pasado fué mejor...

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    1. Ánónimo, ¡demos una oportunidad a los anuncios venideros, a ver si nos sorprenden!
      Un saludo.

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  2. Te has olvidado de los anuncios protagonizados con cualquier ser que esté relacionado con el deporte, qué actorazos!!! qué artistas!!!! qué salero!!!! que naturalidad..... qué vergüenza ajena....esos anuncios no sólo espero que no sean recordados por nadie es que daría un riñón para que no cuenten con ningún deportista más a la hora de hacer anuncios.
    E.E.

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    1. Buena idea para una nueva entrada. Gracias por tus comentarios al blog.
      Besos, kasei!! ;)

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  3. Me ha gustado Carlos, también los anuncios que tienen letra y música siempre la recordaremos los que fuimos niños famoso el anuncio del refresco del al mundo entero que dar o algo así gracias compañero

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    1. Muchas gracias por tu comentario. No sé a qué anuncio te refieres, supongo que irás por alguno de Coca Cola, ¿no?
      Un abrazo.

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  4. Enhorabuena, una vez más, por tus certeros recuerdos. Ahora, apoyo plenamente a E.E. Hoy, trasteando en internet, me he dado de bruces con un spot en el que Kobe Bryant y Leo Messi están a bordo de un avión de una compañía nisu (nisupadrelaconoce)sorprendiendo a un chaval a base de malabarismos con sus pelotas (entiéndase, el uno con la de basket, el otro con la de fútbol)y el infante, al final, como yo haría, se queda con la azafata que, creo recordar, además de espectacular le ofrece comida... El caso es que, como bien dice E.E., para olvidar la actuación de estos dos artistas que habrán cobrado el equivalente al precio de dos o tres aparatos de la compañía aérea en cuestión. Por cierto, me he quedado con el anuncio, pero no consigo recordar la compañía (árabe, turca, cubana o algo así...) así que, vaya éxito de publi, al menos conmigo.

    Quedo ansioso esperando el próximo jueves, amigo Carlos. Un abrazo.

    RP

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    1. Dede luego, no hay mayor fracaso que lo de "he visto un anuncio buenísimo, que ahora no me acuerdo de la marca..."
      Tomo nota de tu comentario y de el de E.E. para la próxima entrada del blog.
      Gracias y un abrazo.

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  5. Muy acertado, Carlos. Es cierto que antes había un montón de pareados o frases de ese tipo que se grababan en la memoria para siempre, como el "¿Qué tal? Muy bien, con OKAL" o el " A mí plim, yo duermo en Pikolín". Y después de muchos años sigo acordándome de Artinata cada vez que oigo un reloj de carillón. Podemos hacer una encuesta y preguntar cuántos se acuerdan del anunciante del "Pues va a ser que no", que tanto éxito tuvo.
    Cambiando de tema, eres como los recibos domiciliados, cuando hay un festivo adelantas tu blog al día anterior, je je.

    Un saludo.

    Llorente.

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    1. Si te pones a recordar salen miles de ejemplos, señal de que eso funciona. O, por lo menos, funcionaba.
      Muy bueno lo del festivo. Eres un crack, Llorente.

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  6. Muy bueno, Carlos, pero un matiz. A mí también me gustaban más los lemas publicitarios de los 70 y 80, pero los tiempos han cambiado mucho y dudo que hoy en día esa clase de eslóganes pudieran tener tantísima repercusión y ser repetidos y recordados durante años, quedando grabados a fuego en el imaginario popular. La razón es que en aquellos años, como usted mismo reconoce, solo había dos canales y la gente, en especial los niños, se pasaba horas y horas viendo la televisión, por lo cual si el anuncio era machacón durante varios meses España entera se lo aprendía igual que se aprendía las tonterías que soltaba el Dúo Sacapuntas los viernes noche en el "Un, dos, tres", todo dios imitándoles como loritos, "veintidós, veintidós". Ahora en cambio hay mucha oferta televisiva y muy pocos productos pueden anunciarse continuamente en todos los canales a la vez, y por eso el mensaje se diluye. Además, como usted sabrá mejor que yo, el consumo televisivo ha caído en picado y se ha concentrado en la tercera edad. La gente ya no ve tanta tele, los chavales tienen otras fuentes de información y de ocio: Internet y las vídeoconsolas.

    En los 80 el lema "Gallina Blanca Sofrito y trabajo que te quito" (de hace dos años) se habría convertido en una frase legendaria que perviviría décadas. Hoy, en cambio, es una anecdotilla de la que casi nadie se acuerda.

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  7. Cierto es que antes sólo había dos canales, o más bien uno y medio y, obviamente, eso hacía que aquello que se quisiese proyectar tuviese una audiencia impensable hoy día, con cuotas de "share" del 60%.
    Hoy día, para dar a conocer algo, es mucho más práctico estar en todos los medios. Internet, como ud. cita, empleado de modo correcto, es un medio económico para darse a conocer. Youtube, bien gestionado puede hacer estragos, como hemo visto con casos como "La he liao parda" o "contigo no, bicho".

    Quizás hace falta más inversión en creatividad, cuando además cada vez nos sorprenden menos cosas, en lugar de tanto dinero moviéndose por espacios televisivos, páginas impares de revistas, anticuados publirreportajes o inútiles anuncios en youtube mientras carga aquello que queremos ver.

    Eso sí, coincido en que el lema que de Gallina Blanca era bueno y podría haber tenido mucha repercusion. Bien gestionado en redes sociales podría haber sido un pelotazo.

    Gracias por su interesante aportación, Sr. Neri.

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