jueves, 28 de febrero de 2013

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De lo retro y lo vintage

Retro y vintage son dos términos que ya llevan un tiempo de moda, y que básicamente son la denominación de todo aquello que no nos sirve para nada, que lleva años soportando polvo y efluvios de alcanfor, y que queremos quitarnos de enmedio pero no a cualquier precio.

Si tenemos algo en casa que no ofrece ningún interés y tiene algo de tiempo, es el momento de sacarle brillo (o no) y ponerlo a la venta con el calificativo de retro. Sea lo que sea. Calcetines retro, grapadora retro, zapatillas retro... y lo mismo para vintage: bolígrafo vintage, sombrero vintage, reloj vintage, escobilla de baño vintage...
No tenemos más que echar un vistazo a la página de compra venta por excelencia, y buscar todo aquello que encontremos bajo estos términos. Por vintage aparecen  nada menos que 5.755 artículos en venta, y por retro "sólo" 2.729. Vintage ofrece el toque chic de lo extranjero y siempre tiene más tirón.

jueves, 21 de febrero de 2013

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Pisos para entrar a vivir (y II)

El jueves pasado hicimos un repaso por el enrevesado lenguaje empleado por las inmobiliarias y cómo recurrián a los eufemismos más curiosos para evitar llamar a las cosas por su nombre. El tema daba tanto de sí que era mejor dividirlo en dos entregas y que estas fueran menos tediosas, así que continuamos con el tema.

En el fondo, quizás sea que las inmobiliarias nos quieren echar una mano evitando que cometamos el error de comprar la vivienda, y más en la época actual. Como no lo pueden decir abiertamente, nos mandan mensajes encubiertos intentando salvarnos del Anticristo.

Frente a hospital: lo que promete seguridad, en realidad significa ruido de sirenas de ambulancia, aparcamientos reservados donde nunca podremos estacionar y decenas de personas fumando en la acera impidiendo el paso al portal. Muy habitual que nos la vendan con la ya comentada, el pasado jueves, virtud del doble acristalamiento.

jueves, 14 de febrero de 2013

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Pisos para entrar a vivir (I)

Nada mejor para aprender un nuevo lenguaje que ponerse a buscar piso. Si dedicamos una semana a ver folletos de inmobiliarias, a seleccionar aquellos pisos que entren dentro de lo que parece encajarnos, y finalmente perdemos el tiempo en ir a visitarlos, podremos descubrir en sus técnicas de marketing y publicidad un nuevo lenguaje que nada tiene que envidiar al del autor del Señor de los Anillos.

Teniendo en cuenta la comisión que se llevan las inmobiliarias en la venta de un piso, un mínimo detalle sería incluir un pequeño diccionario aclaratorio de algunos términos que pueden llevar a error a muchos de los inocentes y sufridos compradores.

jueves, 7 de febrero de 2013

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El marketing de farola

Ya vimos en esta entrada anterior cómo la gente se busca la vida como puede, y eso incluye darse a conocer en todos los soportes posibles. En paradas de autobús, semáforos y farolas tenemos infinitos anuncios por palabras. Es curioso estudiar su evolución, y cómo han influido algunos factores como la inmigración.

Ya desde pequeños descubrimos el poder de atracción que tienen los soportes verticales a la hora de transmitir información. La cosa comenzó cuando con nuestra navaja suiza, herencia generacional de hermanos, dibujábamos en la corteza de un sacrificado abedul un corazón con nuestra inicial y la de, por entonces, nuestro amor platónico.
Una vez comprobada esa atracción, años después nos planteamos utilizarlos para encontrar trabajo, ofrecernos para dar clases de guitarra española, o alquilar apartamentos luminosos y de doble acristalamiento, eufemismo de pisos interiores y ruidosos.