No tenemos más que echar un vistazo a la página de compra venta por excelencia, y buscar todo aquello que encontremos bajo estos términos. Por vintage aparecen nada menos que 5.755 artículos en venta, y por retro "sólo" 2.729. Vintage ofrece el toque chic de lo extranjero y siempre tiene más tirón.
En dicha página encontraremos artículos por los que en otras circunstancias nos daría vergüenza hasta pedir dinero. Pero en cambio, añadiendo el término de moda, por arte de magia aparece un nuevo cero acompañanando a la cifra inicial. ¿Una mesilla de noche de ínfima calidad, de colores que nunca conocieron la discreción o la elegancia, por treinta euros? Realizamos la triple pirueta de incluir la palabra mágica a la derecha, un piropo a la izquierda y un cero final, y tenemos el producto definitivo: "preciosa mesita vintage por 300 euros".
Lo de retro no es cuestión de años, hay que tener cuidado a la hora de tasar nuestro tesoro. ¿Cuál es la edad adecuada para que algo adquiera el valioso calificativo? Depende del artículo. Un sillón que ha proporcionado descanso a sus dueños durante una década todavía no es vintage. Pero un teléfono móvil que salió al mercado hace ocho años ya es un móvil retro. La obsolescencia es la que manda, y cuanto antes saquen nuevos modelos, antes tendremos algo vintage en nuestro poder.
No hay que tirar nada, que nunca se sabe. No vayamos a cometer el error de deshacernos de las Páginas Amarillas de 1997, que hacen las veces de pata de la vieja estantería metálica del trastero. Le damos un pequeño giro y pasarán a ser un "interesante documento vintage de la casi centenaria compañía Telefónica, en atractivo papel biblia de cálidos tonos ocres, con cientos de anuncios publicitarios de época. 75 euros".
"No hay que tirar nada", sí claro, y ¿dónde lo meto? Con soluciones habitacionales menguantes es complicado. Lo cual me hace pensar que, precisamente, lo vintage / retro será cada vez más escaso, por lo tanto, incrementará su valor, por lo tanto, hay que guardar todo, por lo tanto... ¡paradoja!
ResponderEliminarFelicidades por tu entrada. Como siempre, certera.
RP
Curiosa paradoja, efectivamente. Y cierto es que hay poco espacio. Hasta el punto que últimamente empiezo a ver anuncios de gente que vende las cajas vacías. Compras algo, tiras la caja porque no te cabe y al par de años, cuando lo quieres vender, te das cuenta de que sin la caja no lo quiere nadie o pierde mucho valor. Y ahí aparece alguien con espacio, que te vende la caja de un MacBook, de un blue ray, etc. por 25 euros.
EliminarMe alegro de leerle de nuevo por aquí, R.P.
Muy bueno lo de las Páginas Amarillas. Me lo apunto como ejemplo para cuando vaya a vender algo (quizás incluso las propias Páginas Amarillas).
ResponderEliminarAhora se han puesto de moda como "retro" las cintas de cassette, pero todavía en 2007 se vendían coches nuevos con radiocassette de origen. Es decir, que cada vez parece más corto el período de "obsoleto, cómo puedes usar todavía eso" previo al "retro, cómo molas, eres lo más guay". Para los que nos quedamos en la línea de salida de la carrera tecnológica es un alivio.
Saludos cordiales.
Llorente.
Y luego están los que son modernos y retro a la vez, como los que llevan las fundas para los iphones en forma de cinta de cassette o de gameboy.
Eliminar¿Qué fue de aquel mando a distancia de la T.V que tenías hasta no hace mucho? Si lo encuentras, nos forramos.
Ja ja, pues creo que lo tiré junto con la tele, que después de 30 años ya estaba amortizada, aunque fuese la unica en el mundo en la que los partidos de fútbol de la Champions League se jugaban en campos de tierra. La verdad es que era tremendo ese mando: todo el mundo se quedaba unos minutos mirándolo intentando averiguar qué era o preguntándose dónde estaba la pantalla de esa "calculadora". Si no lo tiré, que no lo recuerdo bien, y aparece, te aviso.
EliminarPregunta. ¿Cuanto durará esta moda? ¿Que dicen los sociólogos?
ResponderEliminarVenga, voy "REBUSCAR" a ver si me da tiempo a Vintagear antes de que se acabe esto...
Alberto, habrá que preguntar a algún sociólogo. Mientras tanto, busca, que seguro que aparece algún maletín de propaganda política o una chaqueta de pana a la que le puedas sacar partido.
EliminarVoy a ser sincera y a decir que yo guardo todo o al menos demasiado. Mi habitación(porque soy de esa gente que aún vive con sus padres por no poder permitirse tener vida propia) es un receptáculo digno del propio Diógenes. Pero es que.. ¿y si la ropa se vuelve a llevar en unos años? ¿Y si necesito los apuntes del colegio? Nunca se sabe.
EliminarVoy a aplicarme lo del vocablo retro/vintage y a nombrar así todas mis cosas para ponerlas a la venta en esa web tan maja. A lo mejor me saco, no sé, 0 euros. Ah, espera, voy a ponerle otro cero. O,0. (Porque para mí tienen valor, pero no creo que mis ejercicios del cole de 4º de EGB le interesen a nadie). Je.
AH, y lo de los modernos retro es lo más. Es lo que hay que ser. Todos con dianas Mod y casetes a la calle. Y en nada con un loro y la gorra de lado.
:D
PD. Si soy del 79... ¿puedo autodenominarme retrovintage, para venderme mejor?
Nunca hay que tirar nada, Carolina. Lo que hoy se tacha de hortera o de "pijo pasado" puede volver en unos años pegando fuerte y a un precio triplicado. Vuelven muchas modas pero, eso sí, son efímeras.
EliminarEres de la época de los primeros vhs y beta, así que yo creo que sí eres retrovintage;)
Vaya, otro que tampoco había visto. ¡Agh!
EliminarO siempre puedo ir de horterapijopasada ahora mismo. Al menos llamaré la atención por original, vaya o no a la moda. Jajajaja.
Ostras, "retrovintage", me ha molado ese término. Gracias gracias. Me lo robo, ¡que lo sepas!
Está claro que las cosas valen lo que alguien está dispuesta a pagar por ellas.
ResponderEliminarSin duda. De ahí que lo correcto es ¿qué cuesta? y no ¿qué vale? porque para cada uno el valor es relativo.
Eliminarjajaja anda, un pantalón de pana ha aparecido...y me está grande
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