jueves, 14 de febrero de 2013

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Pisos para entrar a vivir (I)

Nada mejor para aprender un nuevo lenguaje que ponerse a buscar piso. Si dedicamos una semana a ver folletos de inmobiliarias, a seleccionar aquellos pisos que entren dentro de lo que parece encajarnos, y finalmente perdemos el tiempo en ir a visitarlos, podremos descubrir en sus técnicas de marketing y publicidad un nuevo lenguaje que nada tiene que envidiar al del autor del Señor de los Anillos.

Teniendo en cuenta la comisión que se llevan las inmobiliarias en la venta de un piso, un mínimo detalle sería incluir un pequeño diccionario aclaratorio de algunos términos que pueden llevar a error a muchos de los inocentes y sufridos compradores.


La primera criba que podemos hacer en la selección del piso comienza averiguando su estado físico:
A reformar: el piso a duras penas se tiene en pie. Está más cerca del apuntalamiento que de la reforma. Unos 100.000 euros para dejarlo normal, más el soborno al funcionario del Ministerio de la Vivienda para que traspapele la orden de derribo del edificio. Los vecinos piensan que somos unos camellos que pretendemos blanquear dinero a base de tarima y gotelé.
Para actualizar: 50.000 euros mínimo y cuatro tíos de Europa del Este llenos de yeso paseando todo el día por casa, dejando un catálogo de colillas de Marlboro y Winston que, por desgracia, estamos subvencionando nosotros, que dejamos de fumar para poder pagar la supuesta actualización.
Para entrar a vivir: si uno no es muy escrupuloso y está vacunado de tétanos, tifus y malaria,  puede salir adelante una temporada. Unos 15.000 euros en reformas.
Impecable: Nuestro primer amigo en el barrio será el droguero, y la lejía nuestra fragancia.

Una vez superada esta primera criba, viene el tema de la luz y otros aspectos generales:
Muy luminoso: Sin duda, piso interior, pero como mínimo un séptimo.
Muy silencioso: Si no va acompañado del adjetivo anterior, es que además de interior, es un bajo.
A gran patio de manzana: Vista privilegiada de sábanas, camisetas y calzoncillos recién tendidos, donde poder disfrutar del agradable soniquete de las gotas de lejía cayendo sobre los plásticos de los vecinos. El suelo del gran patio de manzana tiene especial atracción por los cigarrillos, pinzas de la ropa, utensilios de higiene íntima femenina cuya función ha sido cumplida, y otras cosas sobre las que, literalmente, es mejor pasar de puntillas.
Doble acristalamiento: Ruidoso a más no poder. Si es en ciudad grande, de ancha avenida, con semáforo cerca, el espectáculo sonoro de los frenazos hará temblar a la mismísima Santa Bárbara.
Ideal para parejas jóvenes: Las ratas viven mejor. Debe de ser que las parejas jóvenes, como están muy enamoradas, tienen que tener su nidito de amor en un octavo sin ascensor, con vistas a la vía del tren y, como están en forma, con el metro o el autobús más cercano a kilómetro y medio.
Pocos gastos de comunidad: Sinónimo de anarquía y caos. No hay ascensor, no hay portero, cada vecino limpia su rellano y el que quiera que cambie la bombilla del portal cuando le venga en gana. Como no hay cubos de basura, ni quien los sacase, se acaba haciendo una montaña de bolsas de plástico bajo la papelera de la acera de enfrente.

Segundas partes nunca fueron buenas, y quizá esta primera tampoco lo sea, pero como esta entrada da mucho de sí, para no hacerla más extensa de lo habitual, dejaremos el resto para el jueves que viene, ya que no pueden quedar fuera de aquí términos como coqueto, loft, frente a colegio y otros elaborados eufemismos de chabola y/o mala vida.

4 comentarios:

  1. Jo Carlos. Leyendo este post resulta muy deprimente tener que buscar piso.Me recuerda al grupo musical de "Tarzán y su p.madre buscan piso en Alcobendas".

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    1. Cristina, es que es deprimente. Y sin hacer mención a temas de fianzas, hipotecas y demás usura.

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  2. Me he descojonado. El mundo de los eufemismos es para echarse a temblar. Lo que estaría genial es que dedicara un post al maquillaje de los curriculum vitae, es decir como se adorna el nombre de los puestos desempeñados hasta el momento. Ejemplos:

    - Técnico en logística de la alimentación = Reponedor del DIA
    - Gestor de atención al cliente en el sector ocio = acomodador de cine
    - Responsable del área de distribución en multinacional: Repartidor de telepizza.

    Usted seguro que tiene más gracia, pero yo leyendo cv es que me muero de risa, oiga.

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    1. Buenísimos los ejemplos, sr. Neri, a cada cual mejor.
      Sólo falta el de Periodo sabático para barajar con imparcialidad las ofertas laborales recibidas=parado de larga duración.

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