¿Cuál es la razón de dejar propina? ¿Lo hacemos para gratificar a los demás o para que no nos tachen de rácanos? Dejar propina puede cubrir desde un pago por un servicio bien prestado que complemente un salario bajo, a esa hidalguía hispana que nos libre de que nos señalen como avaros por muy mal que nos hayan atendido.
Hay países en los que esta costumbre tiene toda la razón de ser. Los camareros tienen un sueldo mínimo que se complementa con propinas elevadas, lo que crea la cadena de buen servicio=satisfacción del cliente=recompensa al trabajador=satisfacción de este, y la rueda vuelve a empezar.
La paradoja se presenta cuando nos atienden de manera nefasta y aún así, dejamos propina. Quizás no sea una gran cantidad, pero esas monedas sobre el plato de plástico en imitación madera lavan nuestra imagen. Aunque el servicio haya sido penoso. No nos tachen de lo que no somos.