jueves, 25 de abril de 2013

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Los anuncios de comida internacional

Una de las reglas de oro de la publicidad es la de transmitir credibilidad a través de los anuncios, y para ello hay que recurrir a estereotipos que resulten fiables. No tendrá el mismo resultado que nos anuncie un libro de mecánica de motos Ángel Nieto a que lo haga la ahora vapuleada Isabel Pantoja.

Particularmente, siempre me ha parecido curiosa esa búsqueda del plus de credibilidad empleando voces extranjeras para potenciar determinados productos, especialmente los de comida. Parece ser que los raviolis no tienen el mismo atractivo si los presenta un vallisoletano, en un perfecto castellano, a que lo haga alguien con acento napolitano, aunque luego sea de Villatobas o de Hornillos de Eresma. Y no digamos ya si los anuncia una italiana en toda regla, como hizo en su día Sofía Loren.


Pasa lo mismo con las salchichas de Frankfurt, donde suele aparecer un rollizo teutón, o con los quesos franceses, donde nos vende sus virtudes un señor que sustituye las "erres" por "ges", con boina ladeada, pañuelo al cuello y camiseta de rayas, con la torre Eiffel a su espalda y música de acordéon. Los cuchillos buenos los enseñan tíos vestidos de ninjas, las sopas de fideos vienen de la mano de un chino que habla perfecto castellano, pero pronuncia las "erres" como "eles" y así todo.

¿De verdad esto da más credibilidad?  Un alemán, cuya gastronomía se basa en el codillo cocido, las cervezas de litro y el repollo hervido, ¿me va a convencer de que sacrifique unas fabes con almejas o una paella de marisco  para calzarme unas salchichas de frankfurt?

A mí, personalmente, lo que me inspira confianza, en mi sangre hispana, es que un tío español, con acento español, y salmantino, por ejemplo, me diga en un anuncio algo como: "tómate esos espaguetis tranquilo, que mira que estoy acostumbrado a tomar buen chorizo, buen lomo de Guijuelo y delicioso farinato, y aún así, esa pasta merece la pena." Ese tío sí es un referente en lo que a comidas se refiere. Pero un italiano remando en una góndola, al ritmo de una mandolina de fondo, será muy simpático y estará muy bien ambientado, pero poco más.

Será menos sofisticado pero, para dar credibilidad en el comer, nada como un grupo de camioneros en la puerta de un restaurante de carretera.

7 comentarios:

  1. Madré, qué razón tienes siempre, chaval.

    La verdad es que no lo había pensado nunca, pero ciertamente me fiaría mucho más de un salmantino de buen comer (como mi señor padre) que de un toli haciendo de italiano. O incluso que de la Loren anunciando pastas Gallo o lo que fuera que anunciaba. Creo yo que una pasta blandita recién hecha no debe tener mucho que ver con unos espaguetis duros que se ablandan al cocerlos.
    Pero nunca he estado en Italia.

    Y es que, como en España, no se come en ningún sitio, por mucho que nos lleven la contraria.

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    1. Lo del prescriptor es muy importante, pero siempre y cuando no caigamos en el tópico. Como lo del torero con acento andaluz anunciando gazpacho.
      En cualquier caso, cierto es que para comer, pocos sitios mejor que España. La pena es que nunca nos hemos sabido vender.

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  2. Jajajaja, es genial en las cosas que se fija. Me estoy acordando del absurdo sopt de café expreso: "E cuando arrivo a casa, Eco!". En efecto son estereotipos, como en los anuncios de servicios eróticos telefónicos, en los que (según me ha contado un amigo) las anunciantes tienen voz de sudaca.

    Otro ejemplo inolvidable es el viejo anuncio de los años 80 de "Fritos" de de Matutano: "un sabor auténtico de puro maíz", cantado con un acento de Tennessee que alucinabas. ¿Y qué decir de los anuncios de perfumes? Acuérdese del de "Egoiste", en un gabacho genuino. ¿Y el de las pastillas Riccola, en chinorris total? Y para acabar el reciente de Pizzas Ristorante, el clásico de Tomate Frito Orlando en mexicano, "guate, aquí hay tomate"...

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    1. Buena memoria tiene usted, Sr. Neri. No recordaba el anuncio de Fritos, que yo creo que fue uno de los primeros en levantar la liebre. Y el de "cuando arrivo a casa" tuvo mucho tirón, e incluso me suena que hubo más de un anuncio del mismo producto con el mismo personaje, siguiendo la estela del gafitas de Schweppes.

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  3. Pues me viene a la memoria, no sé si por la actualidad, el de Chorizo Revilla,... un sabor que maravilla.

    Interesante post.

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    1. ¡Ese sí que es de comida internacional!

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    2. Todo un clásico, Cristina, que bien podía haber estado en este post: http://www.reflexionesdepublicidad.com/2012/12/del-caseriome-fio.html

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