Este verano se lleva el naranja

Cada temporada hay una novedad en las costumbres de la vestimenta. La primavera pasada "se llevaba" el mandarina, este verano se llevan los tonos flúor...¿quién es el responsable de esta locura de nombres y usos y quién decide cuándo deben ir al cajón del olvido?

Se dice que la moda es el gusto de los que no tienen gusto y yo comienzo a estar plenamente de acuerdo con ello. En cierto modo es normal que cada lustro o década desaparezcan determinadas costumbres, como llevar sombrero, pantalones de pata de elefante, cuellos de camisas que llegan hasta el hombro, cazadoras vaqueras con borrego, hombreras de futbolista americano o chaquetas de pana, seña de identidad de todo socialista que se preciase en los años de la transición. Eso se puede llamar cambio de tendencias, evolución de costumbres, desarrollo estético, etc. y tiene su cierta lógica y razonamiento.

Pero eso de que este verano se lleve el naranja (por ejemplo), en otoño se lleve el marrón, en invierno el azul, y en primavera el lila, no tiene ni pies ni cabeza. A este paso, en dos años habremos pasado por toda la paleta RGB y CMYK. ¿Quién es el gurú de la moda que decide esos colores? Y, sobre todo, ¿quién es el cabrón que consigue que la gente siga esas tendencias? Quizás sea verdad eso de que la moda es lo que se pasa de moda y, si seguimos ese razonamiento, no tenemos más que mantenernos al margen de ella, y quedaremos libres de su adicción y esclavitud.

Personalmente, esto de que me vaya a comprar unos pantalones y que el dependiente, en lugar de venderme la excelencias de la tela, el corte, el material o el fácil planchado, me recomiende que me los lleve porque "esta temporada se va a llevar mucho el gris", me deja completamente perplejo.