jueves, 26 de septiembre de 2013

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Ojo, que vengo recomendado

Me comentaba un amigo que en el momento de ser despedido de su empresa, su jefe se ofreció a hacerle una carta de recomendación para futuras (ojalá cercanas) ocasiones. Y el chaval poco menos que le dijo que se la metiese por donde no llegan los rayos del sol.

Y es que aunque se haga con la mejor intención, mala salida tiene eso. ¿Cómo se presenta uno en una entrevista explicando que está en el paro, pero amparado por un supuesto salvoconducto que dice que ese candidato es un líder nato, capaz de liderar grandes proyectos con resultados sobresalientes, pero donde el que lo firma le pasa el mochuelo a otro?

A mí eso de que te pasen una mano por el lomo mientras con la otra pulsan el botón rojo de la trampilla, me inquieta bastante. Por desgracia, me recuerda en gran medida a lo del "me gustas mucho pero no quiero perderte como amigo" o lo de "tienes todo pero no eres para mí" que maldita la gracia aquella de recibir semejante halago.

Las cosas como son: el mundo laboral guarda mucha similitud con el de las relaciones sentimentales. Cuando tienes novia aparecen más oportunidades, pensando estas que si Fulanita te aguanta, algo bueno tendrás. Pero cuando estás soltero, solo falta que te pongan las campanillas de los leprosos.

Así que, personalmente, lejos de escribir cartas de amor, creo que en gran medida, lo que toca es el viejo recurso de que nuestros amigos nos presenten a aquellas amigas menos agraciadas. Y, mientras tanto, confiar en que la cola del INEM vaya rapidito.

6 comentarios:

  1. Es un post con mucha miga y muchos palos tocados.

    Yo soy poco amigo de los paños calientes. Creo que cuando a alguien se le da una mala noticia, o se le bronquea, critica o despide, es mejor hacerlo sin adornos ni colchones absurdos, más que nada porque estos van a resultar ofensivos para esa persona y se va a sentir como que da pena. Pero ¡ojo!, que gente a la que le encanta dar pena. Quiero decir que habrá alguno que pida esa carta de recomendación y, en ese caso, hay que hacérsela amablemente.

    Eso sí, despedir a alguien no significa ser un hijo de puta, y hasta las decisiones más duras pueden tomarse y comunicarse con estilo y educación. Eso depende de cómo sea cada cual. También hay un estilo y una educación para recibir esas malas noticias. No soporto ni a los llorones ni a los que piensan que de perdidos, al río, y se desahogan con el jefe soltándole incontroladamente todo lo que piensan de él y de la empresa. Esta clase de gente estilo fábula de la zorra y las uvas me parece impresentable, débil, infantil e indigna. Ante las situaciones que ya no tienen remedio es bobada reaccionar con ira o agresividad. El puesto de trabajo hay que defenderlo cuando es posible hacerlo, y si tienes críticas que hacer a la empresa y a tu jefe, ten cojones de expresarlas cuando estás trabajando, no cuando te despiden como pataleta de bebé.

    En cuanto al amor, comparto su opinión. También creo que para cortar una relación hay que ser claro y honesto, aunque es difícil calibrar hasta qué punto esta honestidad puede causar daños innecesarios. Yo dejé una relación hace años y le expliqué a la chica los motivos de pe a pa. Vamos, me gustaba otra persona. Años después me reprochó que "había sido demasiado sincero". A veces necesitamos que nos mientan para ser felices. Cuando te llama un amigo para salir y no tienes ganas simplemente, tienes que poner alguna excusa porque si le dices la verdad se mosquea. A los españoles en particular nos encanta edulcorar las crudas verdades. Para mí que es que no tenemos huevos o, más bien, lo queremos todo. Queremos dejar plantada a una chica y que siga siendo nuestra coleguita, queremos despedir al empleado y seguir cayéndole bien. Y hay veces que unas cosas son incompatibles con las otras.

    También coincido en que cuando se tiene pareja las oportunidades surgen más a menudo, pero esto tiene (en parte) una explicación psicológica, igual que el mismo fenómeno en el ámbito laboral. Cuando tienes pareja o trabajo, exteriorizas un optimismo, una actitud positiva que puede atraer a la "competencia". En cambio, cuando estás soltero o en paro, transmites ansiedad e inseguridad aunque sea involuntariamente, y eso resulta poco atractivo para las empresas o las chicas.

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  2. No eres tú, soy yo.... mi ex (jefe) me dijo lo mismo (lo de la cartita...) es más, se ofreció a buscarme empleo, JA!!!!! Escríbela y métetela por el culo, asqueroso de mierda.

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  3. Es otra de esas contradicciones que abundan en el mundo laboral. ¿Despides a un empleado y le ofreces una carta de recomendación? ¿Para qué, para tranquilizar tu conciencia y decir "qué buena persona soy"? Porque para ayudar al despedido seguro que había muchísimas opciones antes del despido.

    Lo dices claramente, no cuela eso de poner para otro "este tío es muy bueno, yo lo he despedido sin razón porque es muy bueno". Y lo peor es que devalúa las cartas de recomendación y las convierte en otro papel mojado que no sirve para nada, como un título universitario o un certificado de buena conducta del correccional del barrio.

    Un saludo.

    Llorente.

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  4. Al Neri: Interesante comentario. Respecto a lo del trabajo, coincido en que si se tienen críticas, hay que decirlas. Ahí es donde entra en juego la asertividad de cada uno y su psicología social.
    En lo de los amores, seguramente sea como usted dice, basado en el optimismo y la seguridad que se irradia, pero no hay duda de que, como en muchas cosas de la vida, un egoísmo (no malsano) juega un papel importante. Todos buscamos seguridad, y a mí me da que influye mucho eso de "si a Fulanita le gusta, que tenemos un estilo similar, y está tan contenta con él, despierta mi curiosidad".

    Raspa: el ejemplo perfecto de a lo que me refería. Aunque si mi ex-jefe me busca empleo y me lo encuentra, la cosa cambia bastante. No se queda solo en el papel.

    Llorente: has dado en el clavo. La moda del despido envuelto en papel de regalo en forma de carta de recomendación lo único que está consiguiendo es que esas cartas (en su momento con una cierta validez) pierdan completamente su valor. Un saludo.

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  5. Esto tiene miga , y mucha hipocresíacresia envuelta , las cartas de recomendacion personalmente no creo que abran muchas puertas

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  6. Como en otras ocasiones genial el texto a mi entender... que te voy a contar si estoy soltero...

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