Muchos de esos conductores tienen su coche impecable, alerones y pegatinas aparte: neumáticos nuevos, ambientadores en todas las rejillas de ventilación, ceniceros que jamás soportaron un cigarrillo, alfombrillas sobre las que beber sopa, maleteros organizados con precisión suiza y tapicerías impolutas dignas de la ópera de Milán.
Pero esa pulcritud, higiene y buen hacer desaparece repentinamente si observamos a sus dueños, encontrando en ellos la actitud opuesta a la empleada con sus pseudo deportivos: barba de varios días sin un mínimo cuidado, pantalón de chándal, herencia del ejército obligatorio, agujereado por las rodillas y la entrepierna, uñas largas y sucias, cortes de pelo imposibles, lenguaje soez, regañado con la RAE y a un volumen innecesario, fumando de un cigarrillo que apoyan en el suelo, cercano a un charco de orín, y bebiendo de una lata de cerveza caliente, a las diez de la mañana de un domingo.
Preocuparse por no rebasar en quinientos kilómetros el cambio de aceite es muy loable, pero eso no tiene que estar reñido con la higiene y el aspecto personal.
No creo que sea la cosa tan así, pero si esa es la relación entre el coche y su dueño, ya no me preocupará tanto cuando lleve a gente en mi coche, que siempre está sucio, huele al puro de mi padre y tiene el maletero lleno de cosas, incluido botines de montar y vara al estilo "el tío la vara"...
ResponderEliminarAprendiz, esto es basado en una situación concreta, algo extrema, pero cierta, que hace plantearse cosas. No tiene por qué ser la tónica general, aunque en algunos casos me da a mí que sí lo es.
EliminarLa descripción del penúltimo párrafo es la monda, sobre todo lo de "pantalón de chándal herencia del ejército obligatorio". Son tal cual. El motivo es que esta gente se lo gasta todo en el coche y no le sobran ni para unos vaqueros nuevos.
ResponderEliminarAl Neri, yo quiero pensar que es como dice, pero no me puedo creer que de 800 euros de unas llantas no puedan reservar 30 para unos pantalones normales. Y por normales solo pido que no sean de "resbalina". Un saludo y felices fiestas para usted y los suyos.
EliminarTenías que ver el mío, hasta piedras del monte, tierra, arena de playa, restos de "monchitos", gominolas derretidas sospechosamente sobre la tapicería, un maletero en el que no cabe nada porque está siempre lleno de cosas ¿"cosas"? que no sabría explicar por qué están ahí y para qué... no cabe más!
ResponderEliminarPor fuera: caquitas de gaviota, restos de churretes resultado de una noche de lluvia (lo que viene a ser un barrillo que.... ya si eso cuando se seque se lo llevará el viento) un chuf-chuf de jabón al parabrisas que para eso están los "limpias"... y listo.
¡Mi coche es autolavable! jejeje...
Eso sí... yo monísima con mis tacones, mi gloss y mi maquillaje sin poros, bolso del cortinglés, manicura perfecta, y gafas super fashion, o seas....
Feliz Navidad, Carlos.
Que sigas siendo, un año más, tan observador de lo mundano y lo cotidiano, de las cosas pequeñas y, también de las grandes porque sabes contarlas muy bien :)
Un beso
nago
Nagore, gracias por tu aportación. Comentarios como este animan a seguir adelante. Me lo reservo para releerlo en los momentos de flaqueza que a veces sufro.
EliminarEl coche sucio y la dueña impecable es estilo;) Que sigas así por muchos años.
Un beso y que pases unas felices fiestas.
... y a veces, huele raro :)))))
ResponderEliminarEse Richal !!!!
ResponderEliminarEl chavacanismo nos invadío hace tiempo, y una cosa es ir moderno y no convencional y otra ser guarrete como describes a estos, en mi opinión, horteras.
Pero yo no digo que esté en posesión de la verdad, seguro que tienen su público...
Jalbert, los personajes que describo más que horteras o modernos son simplemente cerdos sin motivo de serlo. Entre jabones especiales antirayas y ceras de secado rápido podrían darse con la esponja un poco detrás de las orejas.
EliminarCarlos, si alguna vez te metes con mi coche me lo tomaré como un cumplido hacia mi persona. ¡Pero qué razón tienes en los personajes que describes! Sólo espero que, si alguna vez me toca esperar haciendo cola para algo, no me observes.
ResponderEliminarFeliz Navidad.
Llorente.
Llorente, alguien como tú, piloto de un Seat 600 y un Bocanegra, se puede permitir lo que le dé la gana.
EliminarUn abrazo y felices fiestas