En los comienzos de los 2.000, uno iba ver una casa en ruinas por la que le pedían 250.000 euros y, ante nuestra indignación con el propietario, el tío se encogía de hombros y nos soltaba lo de "es lo que hay". Estudian subir la luz un 17%, algo ante lo que algunos países pondrían el grito en el cielo, y nosotros solo nos planteamos de qué partida poder restarlo para sumarlo a la factura de Iberdrola o Unión Fenosa. Es un robo y una vergüenza, pero mayor es nuestra sumisión, así que es lo que hay.
Parece una nimiedad, pero no lo es. La sentencia "es lo que hay" recoge muchísimos de los pensamientos que nos han llevado a donde estamos. Es la expresión verbal del conformismo, de la resignación y de los brazos caídos.
Incluso los políticos, cuando son abucheados hasta llegar al punto en el que se les impide soltar su rollo, como en la Universidad de Granada la semana pasada, lejos de mostrar un mínimo de indignación, vergüenza, decoro o cualquier expresión que les aleje de su imagen de cartón piedra, simplemente se encogen de hombros (literalmente), y ya está. Es lo que hay.
"Es lo que hay" es una llamada a la inactividad en espera de tiempos mejores. Tiempos que tendrán que venir solos, pues esa expresión poco ayuda a la acción.
Hay otra frase equivalente que dicen con mucha retranca en los pueblos de Tierra de Campos cuando tienen que hacer algo que no entienden o con lo que no están de acuerdo: "Tendrá que ser así".
ResponderEliminarEs cierto que "es lo que hay" refleja un conformismo castrador, pero también es comprensible que muchos hayan llegado a la triste conclusión de que ellos no pueden cambiar nada y que es de estúpidos sufrir por lo que se puede cambiar.
Ahí es donde creo que radica el problema. En la espiral que se genera con esa triste conclusión.
EliminarPues sí, el "es lo que hay" es lo que nos ha llevado a esta situación de crisis entre otras cosas.
ResponderEliminarY ese que te pedía ese dineral por la chabola se sentía un Dios, respaldado por esa resignación social, por esa golferia consentida e incluso bien vista o por lo menos no debidamente contestada socialmente,que le ratificaba como un ciudadano que "estaba en el mundo".
El "es lo que hay" nos ha llevado a la crisis y, si seguimos así, nos llevará a la corrupción absoluta y a que acabe gobernando España, o lo que quede de ella, un Evo Morales, un Hugo Chávez y demás ralea.
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