jueves, 2 de abril de 2015

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Derechos al arcén

Por Llorente
Si en estas fechas de Semana Santa es usted uno de esos sufridos ciudadanos que se lanzan a la carretera con la sana intención de disfrutar de unas vacaciones lejos de su domicilio, no olvide los pasos básicos y necesarios para convertirse en un disciplinado automovilista: colocar bien los espejos, abrocharse el cinturón y firmar una renuncia a cualquier derecho del que pueda ser portador.

Algo extraño nos debe ocurrir para que en el momento en que nos sentamos ante un volante, perdamos nuestra condición de seres humanos. Es frecuente oír cómo se justifica el cierre de los cascos urbanos al tráfico rodado argumentando que hay que recuperar esos espacios para las personas. Hombre, en todo caso será para los peatones, porque los que van sentados en los automóviles no suelen ser suidos.

La decisión de cualquier ayuntamiento de vigilar con cámaras los espacios públicos siempre genera polémica y reabre el sempiterno debate entre libertad y seguridad. Siempre, excepto si la excusa es vigilar el tránsito de vehículos a motor; entonces pueden prodigarse cámaras y radares por doquier sin que nadie se queje.


Bajo ningún concepto aceptaríamos que, para evitar aglomeraciones en determinados momentos y lugares, se restringiera el acceso a las personas con número de DNI par (o impar), pero empezamos a ver normal que se tome la misma medida con los automóviles, impidiendo a algunos ciudadanos hacer uso de su vehículo, con ITV en vigor y al día del impuesto de circulación correspondiente, sólo porque su matrícula acaba (o no) en múltiplo de 2.
 

Todos tenemos claro que nuestra vivienda es un lugar privado que no puede ser invadido ni registrado por la autoridad sin cumplir un estricto procedimiento judicial. También nos sorprendería y veríamos ofensivo que un guardia nos parase repentinamente por la calle, nos pidiese la documentación y nos registrase sin motivo aparente. Sin embargo, consideramos normal que, mientras conducimos nuestro auto, la Policía pueda detenernos y obligarnos a abrir el maletero. ¡Con la de intimidades que podemos llevar ahí guardadas!

La pérdida de la presunción de inocencia y la inversión de la carga de la prueba son otras de esas cuestiones que sólo se ven en el ámbito del tráfico. Aunque el coche de uno lo puedan utilizar cinco miembros más de su familia, el titular será siempre culpable salvo que delate a otro, que suele ser la anciana que nunca conduce y cuyo carné es el proveedor de puntos de su progenie.

La única ventaja de este asunto es que nos ha hecho recuperar la fe en estos tiempos de poca religiosidad. Porque, por poner un ejemplo, creerse que la mancha que sale en la foto es nuestro coche, que la velocidad indicada corresponde a la real, y que el cacharro que nos caza mide bien y tiene todas las homologaciones que se mencionan, eso es un ejercicio de fe importante.

8 comentarios:

  1. Carlos: un automóvil no tiene consideración de domicilio (las autocaravanas , sí) por lo que puede ser registrado e incluso cuidadosamente desguazado por la autoridad competente si así lo estima oportuno en según qué casos. Lo que cada uno pueda llevar en el maletero....

    Los radares tanto fijos cómo móviles, se calibran cada, aproximadamente, dos o tres meses.

    Sobre la nitidez de las cámaras y, en especial la del helicóptero de la DGT, creo poder asegurarte que es capaz de acertar con el color de tus calcetines, la talla de tus zapatillas y, hasta si Neri lleva el roles bueno o el de imitación.

    Y no olvidemos que, cuando recurrimos una multa, es el propio guardia quien nos contesta con lo que, si uno es amable y correcto y teniendo en cuenta que, la policía no es tonta y tiene memoria... más nos vale no ponernos bordes aunque en ese momento te estés acordadado de la benemérita cunae y su santamadre. Si no, siempre nos quedará el recurso de alzada o el contencioso administrativo.

    Pero vamos, que yo no es por amargarte el viaje :) si no porque te vayas más tranquilo y seguro sabiendo que, todo tiene un porqué y en caso de apuro, también serán los primeros en ayudarte.

    Yo siempre procuro ser muy maja, sonreír mucho y, poner cara de ¿pero no me diga? ¿he sido yo? Si no me he dado ni cuenta... :) y hasta ahora "ha colao" . Aunque yo soy más de liarla en el aeropuerto.

    Feliz descanso, chicos. Despacito y con paciencia que, más tarde o más temprano pero llegamos.

    Un abrazo



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    1. Llorente6/4/15 23:59

      Las cámaras, efectivamente, son nítidas y sacan imágenes cristalinas, pero he visto fotos en las multas con el plano tan cerrado sobre la matrícula que podía haber tres motos rodeando al coche multado sin salir retratadas.
      Para mí, creerse que los radares realmente los calibran cada poco tiempo sigue siendo una cuestión de fe que aporta las mismas pruebas tangibles que la resolución del Misterio de la Santísima Trinidad.
      Será por eso que cada vez que me subo al carro pienso aquello de "que Dios me pille confesao"... hasta cuando no llevo cadáveres en la maleta.

      Saludos.

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    2. Disculpe mi torpeza al confundirle, Llorente .

      Saludos.

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    3. Llorente7/4/15 20:27

      Nada que disculpar, cosas que pasan cuando aparecen intrusos como yo.

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    4. De intruso nada, que eres el 50% de esto.

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  2. ¿Nos obligan a abrir el maletero o nos lo piden y nosotros consentimos? No es lo mismo

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    1. Llorente7/4/15 00:03

      Jalbert, ¿y si no consentimos, nos obligan? En la práctica, aunque no es lo mismo, acabará igual.

      Un saludo.

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  3. Estimado Llorente, se le ha olvidado comentar esa sensación que tenemos todos cuando nos para un agente de la autoridad de llevar en el maletero tres cadáveres, cincuenta kilos de metanfetamina y el Códice Calixtino.

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