El otro día me comentaba un operario de una empresa de mudanzas que, con los avances de la tecnología y los muebles de usar y tirar, el sufrido sector de los transportistas, mozos de carga y demás personajes de 2x2 metros se está viniendo a pique. Y todo "por culpa" de dos enemigos:
1. Steve Jobs, Bill Gates y compañía y sus soluciones de almacenamiento.
2. Las cabezas pensantes de Ikea y sus muebles desmontables.

Ahora, por culpa de los precios de los pisos, los alquileres y los cambios laborales, cada vez somos más nómadas. Comenzábamos a parecernos a los funambulistas y demás acróbatas, llevando con nosotros, allá donde fuésemos, nuestro circo particular en forma de muebles, libros, colecciones de DVDs y demás objetos de gran valor sentimental para nosotros, pero de nulo interés económico para los responsables de nuestra hipoteca o para los chicos de chaleco reflectante de "Compro oro". Y en estas aparecieron (entre otros) Jobs e Ikea y llegó la época de quitarse peso de encima.