Personalmente, tengo un nulo interés por este tipo de viajes organizados. En unos me hacen sentir como un fardo que se va descargando por diferentes puertos del Mediterráneo, y en otros como un trozo de mojama secando al sol donde la máxima actividad consiste en ver qué modificaciones hay en el buffet del desayuno o en si han arreglado ya las palas del ping pong.Ante las situaciones negativas de la vida, el ser humano se ha ido enfrentando a ellas creando profesiones que nos alejen lo más posible de su peligro . ¿Dónde va un bombero? Donde algo pueda salir ardiendo. ¿Y una ambulancia? Donde alguien pueda resultar herido. ¿Y un guardia de seguridad? Donde alguien pueda sufrir un robo. Entonces... ¿dónde va un animador? Sin duda, donde alguien se pueda aburrir.


