Por Llorente.
Como norma doméstica no escrita, una
camiseta gastada que ya no era apta para su uso habitual, antes de convertirse
en trapo para limpiar la varilla del aceite del coche podía tener dos dignas
salidas: como pijama o como prenda para el deporte.
Sin embargo, desde que a alguien se le
ocurrió que al polideportivo había que acudir como si fuésemos los
protagonistas de Fama o una mezcla estilística entre Cristiano Ronaldo y David
Beckham, el uso deportivo de las prendas viejas está siendo rápidamente
abandonado.
La sana costumbre de utilizar para el
gimnasio la camiseta con el logo del Ahorramas que nos regalaron en la sección
de charcutería, o la de aquel grupo de juventud que ya no nos ponemos porque
tiene cinco agujeros y el negro parece gris claro, ha sucumbido ante el auge de
esta pujante área del sector de la moda.
El primer paso para practicar un deporte
ya no es inscribirse en un club o buscar equipo, sino pasar por el Decathlon o
el Décimas más próximo y dejarnos nuestras primeras gotas de sudor en el
pasillo eligiendo y en la caja pagando, y con la precaución de llevarnos cosas
que tengan nombres molones y colores como para que nos puedan ver desde el
satélite de Google Earth. No hay que ser carcas: no es lo mismo correr, montar
en bici o deslomarte bailando que hacer running,
biking o fitness; hay una diferencia casi clasista y eso debe notarse con
sólo un vistazo al atuendo.
Desconozco si el acortamiento de la
distancia entre la sala de musculación y el vestuario se debe a la influencia de la publicidad de
las marcas de ropa deportiva, al auge coincidente de los sectores de la moda y
del deporte, o al triunfo del metrosexual sobre el macarra. Habrá que observar
cómo van los hipsters a hacer
spinning para aclarar esta última cuestión.
Si hubiese algún juez poniendo notas en
función de lo fashion y glamouroso de nuestro atuendo deportivo,
estoy seguro de que por la camiseta de Los Suaves con la que yo jugaba de
portero y que aún recuerdan mis compañeros, no me darían más de medio punto. ¿Y
a usted?
Qué razón llevas. Antes de empezar a practicar un deporte la gente ya tiene el modelo y el equipo completo, sin saber si le va a gustar ese deporte y va siquiera a practicarlo dos veces.
ResponderEliminarA mí en este aspecto lo que más me llama la atención es que la gente se pone cualquier cosa, simplemente porque es el atuendo de ese deporte. Por ejemplo, todo el mundo se planta unas mallas, para correr, para la bici, o para practicar el deporte que sea. Da igual que sea hombre o mujer, gordo o flaco... sin mallas parece que eres un aficionado. Igual es que yo soy excesivamente pudorosa, pero yo que voy mucho en bici me pongo unos leggins y encima unos pantalones cortos. Pero eso de que te encuentres a tío corriendo con mallas... ya no voy a decir que me parece innecesario ir marcando partes; es que con las patillas que tienen los hombres están de lo más ridículos.
Por otra parte, sí que opino que el hábito hace al monje, y hay gente que se motiva a hacer deporte simplemente para ponerse el modelito que toque. A mí tampoco me parece que porque vayas a hacer deporte tienes que ir andrajoso con lo más viejo que tengas en tu casa.
Para llevar mallas debería obtenerse antes una licencia, y a determinados tipos negársela categóricamente.
EliminarA mi tampoco... porque nunca sé que ponerme porque lo que me pega para zumba no me vale para yoga pero sí para correr y eso que estoy abonada al decathlon; tengo ya mogollón de puntos :))
ResponderEliminarEntre los macarras con camiseta de tirantes y auriculares "beat" del moro y, las chonimaris de silicona meneando con parsimonia sus isquiotibiales mientras watssapean... se queda una fría esperando en la cola de la cinta, oiga.
Saludos a los dos.
nago
Eso sí... colecciono zapatillas exclusivamente retro, de fútbol sala que me encantan. Cejudo, Futsal, kempa, Diadora... Múnich. Pero tienen una pega: puedes quedarte sin suelas a mitad de camino :)
ResponderEliminarEn esa colección seguro que no faltan unas buenas Marco, clásicas donde las haya... ¿o no las había para fútbol sala?
EliminarMe encanta Decathlon. En diciembre lo abrieron en mi ciudad y estoy encantado.
ResponderEliminarEnhorabuena. Una ciudad no deja de ser un pueblo grande hasta que no tiene un Decathlon y un IKEA.
EliminarSaludos a todos.